Santísima Virgen de Vida, Dulzura y Esperanza Nuestra

Mª Santísima de Vida, Dulzura y Esperanza Nuestra es una imágen de candelero cedida de forma gratuita por los claretianos sevillanos de la casa-capilla de la calle doña Guiomar. La talla recibe inicialmente el nombre de Nuestra Señora de la Esperanza, incorporándose al paso del Cristo en 1983 para ser situada a sus pies. Posteriormente, coincidiendo con la redacción de los nuevos Estatutos recibe la actual advocación de Vida, Dulzura y Esperanza Nuestra. La imagen de la Santísima Virgen es una obra anónima del siglo XIX realizada en madera de cedro. En el año 2015 fue restaurada por el imaginero cordobés D. Antonio Bernal Redondo, devolviendo a la Imagen su esplendor. La advocación de Virgen de la Esperanza", sin ser estrictamente título de "Pasión", está profundamente vinculado a la participación de María en la obra redentora de Cristo. Refleja muy bien la función eficiente de Nuestra Señora en la Historia de la salvación y nos resulta entrañablemente familiar porque desde nuestra infancia hemos rezado miles de veces la bellísima antífona de la Salve donde llamamos a la Virgen Vida, dulzura y esperanza nuestra. 

A su poderosa intercesión hemos confiado siempre nuestras preocupaciones, con la certeza filial de que Ella las toma sobre sí y las atiende favorablemente, alcazándonos las gracias que necesitamos. La Iglesia considerando las funciones desempeñadas en la Historia de la salvación la llama con frecuencia "esperanza nuestra" utilizando la antífona medieval de la Salve contemplando a María como esperanza segura de salvación que brilla para los fieles en medio de las dificultades de la vida.


Estreno de Corona
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